En las discusiones sobre el desarrollo de la industria del blockchain, la minería de criptomonedas y el ecologismo no solían ir de la mano, pero un tuit del CEO de Tesla, Elon Musk, fue suficiente para que la comunidad de criptomonedas comenzara a preocuparse por lo que los mineros de Bitcoin y Proof-of-work están haciendo al planeta.

Un nuevo estudio, basado en datos de Statista, Business Insider India y Laptop Mag, evaluó cuán contaminantes son las criptodivisas, calculando las emisiones de carbono estimadas y el número de recursos necesarios para mitigar sus efectos.

Tomaron datos, como explican en el informe. Calcularon las emisiones de carbono y la tasa de crecimiento de dichas emisiones tras recopilar los datos.

En la parte inferior de la tabla están Bitcoin, Ethereum y Bitcoin Cash.

Bitcoin y Ethereum, como era de esperar, son las dos redes más contaminantes del planeta. También son las que concentran más poder de hash.

Solo en 2021, Bitcoin emitió aproximadamente 56,8 millones de toneladas de CO2, más de dos veces y media que Etherum. Según las estimaciones de la empresa, se necesitarían aproximadamente 284,1 millones de árboles para neutralizar todo el gas contaminante emitido por los mineros de BTC.

Ethereum, por su parte, emite mucha menos contaminación, pero su rendimiento dista mucho de ser el ideal: en lo que va de año, los mineros de Ethereum han producido 22 millones de toneladas de CO2, lo que ha hecho necesario plantar casi 110 millones de árboles nuevos para compensar los efectos.

Bitcoin Cash, una bifurcación de Bitcoin que se creó en 2017 con el objetivo de minar bloques más grandes (lo que resulta en una red aún más contaminante), ocupa el tercer lugar de la lista con solo 1,5 millones de toneladas de CO2. Sin embargo, es la red con mayor crecimiento interanual de emisiones, con un aumento del 748% de gases contaminantes.

Según el estudio, la minería de Bitcoin ha reducido la contaminación en un 5%, muy probablemente porque los mineros se alejaron de China y su energía termoeléctrica, trasladándose a países con fuentes de energía más verdes, como Estados Unidos.

Las criptomonedas más ecológicas para 2021

Sin embargo, existen alternativas verdes en la industria de las criptodivisas. Sin embargo, son tokens menos populares si se comparan con las criptodivisas que consumen más energía.

Nano ocupa el tercer lugar en esta prestigiosa lista. Esta criptodivisa no utiliza la minería y se basa en la tecnología de red de bloques en lugar de una cadena de bloques. Nano puede procesar aproximadamente 125 TPS y utilizar sólo 0,000112 kWh por transacción, lo que supone unas emisiones de CO2 muy bajas.

IOTA, otra red que no utiliza blockchain sino una tecnología de grafos acíclicos dirigidos con un mecanismo de consenso probabilístico, es la segunda moneda más eficiente. Requiere aproximadamente 0,00011 kWh por transacción.

La criptomoneda más respetuosa con el medio ambiente, según la investigación, es Stellar, un competidor de Ripple que requiere sólo 0,00003KWh por transacción, lo que supone menos de un tercio de lo que requiere IOTA.

Stellar requiere 0,00072 onzas de CO2 por cada transacción. Cuando se compara con las 1.060,5 libras de Bitcoin por transacción, esto es casi nada.